lunes, 19 de abril de 2010

Lenguaje Audiovisual

En la actualidad, las nuevas tecnologías de comunicación e información –cuyo paradigma es Internet– y los medios audiovisuales, multiplican al infinito las pantallas desde las que miramos el mundo. Esta realidad amplifica nuestras posibilidades de comunicarnos y aprender, a la vez que reestructura la percepción y modifica los procesos cognitivos. Surge entonces un nuevo sujeto, habituado a leer discursos audiovisuales, fugaces, fragmentados, dinámicos, que lo implican emocionalmente.
Accedemos hoy a la información y al conocimiento a través de aparatos electrónicos –mediante los cuales se producen los discursos y se ponen en circulación– lo que implica un modo muy diferente de adquirir conocimientos del tradicional, centrado fundamentalmente en el libro.
El acceso al conocimiento a través de la lectura implica operaciones lógicas, analíticas, un acercamiento secuencial, la comprensión cabal del código en que está enunciado el texto, operaciones todas que hacen al pensamiento racional. Sin embargo, en paralelo a esta forma de aprender, la educación estalla de diversas maneras y sale de los recintos clásicos para llevarse a cabo en cualquier momento y en cualquier lugar, pero significativamente y cada vez más alrededor de las pantallas. Y este nuevo proceso pone en juego competencias diferentes de los sujetos: lo sensorial, la imaginación, lo lúdico y lo emocional pasan ahora al centro de la escena.
La revolución tecnológica –inscripta en la lógica económica de la multiplicación de mercados– ha modificado la sociedad planteando nuevas relaciones económico-sociales y nuevas formas de conocimiento, poniendo en circulación un capital simbólico que se reproduce prácticamente sin límites. Aunque todo parece estar ahí, al alcance de la mano, la sociedad de la información tiende a reproducir y reforzar la exclusión cultural, pues ese ecosistema comunicacional implica el acceso a una tecnología que no está al alcance de todos.
La escuela como inclusor social y garante de igualdad de oportunidades para acceder al conocimiento debe construir puentes hacia el mundo de las pantallas, incluyéndolo para favorecer un cruce de dinámicas que conecte razón e imaginación, saber e información, naturaleza y artificio, arte y ciencia.
Las posibilidades que se abren a partir de la multiplicación de las pantallas son inmensas. Centrándonos en el proceso de enseñanza/aprendizaje, podemos decir que el uso de estos recursos audiovisuales permite pensar y elaborar los más diversos recorridos didácticos. Para ello es necesario jerarquizar, discernir y analizar los distintos discursos que circulan. Se vuelve estratégico, entonces, capacitar en el análisis y uso creativo del lenguaje audiovisual.

INSTITUTO NACIONAL DE CINE Y ARTES AUDIOVISUALES

No hay comentarios:

Publicar un comentario